¿Qué necesita tu piel?
Para ti que comienzas en el mundo del Skin Care, tanta información puede resultar en una fatiga absoluta. Te propongo 5 pasos súper sencillos para adentrarte en lo que tu piel necesita sin dejarte la cabeza en el camino.
Esta rutina se centra en mantener una piel sana y equilibrada:
Paso 1: Limpieza
Lava tu rostro con un limpiador suave y adecuado para tu tipo de piel. ¿Cómo se hace? Masajea suavemente el limpiador sobre la piel húmeda y luego enjuaga con agua tibia. Esto eliminará el exceso de suciedad, aceite y contaminantes.
Paso 2: Tónico
Aplica un tónico facial para equilibrar el pH de tu piel y prepararla para los pasos siguientes. El tónico también ayuda a minimizar los poros y aporta hidratación adicional. ¿Cómo se hace? Aplica el tónico en tu rostro con un disco de algodón o mediante palmaditas suaves con las manos.
Paso 3: Hidratación
Aplica una crema hidratante ligera y sin fragancias para mantener la piel hidratada. ¿Cómo se hace? Extiende la crema hidratante sobre tu rostro y cuello (¡sí, el cuello se trata con las cremas de rostro como si fuera una) con movimientos suaves y ascendentes.
Paso 4: Aceite Hidratante
Los aceites hidratantes para la piel pueden ser una excelente opción para nutrir, suavizar y mantener la hidratación de la piel. ¿Cómo se hace? Elige alguno que te agrade dependiendo de lo que buscas. Los más comunes son el aceite de jojoba, de rosa mosqueta, de almendras dulces y de argán. Utiliza solo unas cuantas gotas sobre tu rostro y cuello.
Paso 5: Bálsamo de labios
Los labios son propensos a deshidratarse y agrietarse debido a su piel delgada y falta de glándulas sebáceas. El bálsamo proporciona hidratación y ayuda a retener la humedad en los labios, evitando la sequedad y la descamación. Además, actúa como una barrera protectora contra agentes externos indeseables. ¿Cómo se hace? Elige uno con emolientes y si fuera posible, que incluya un factor de protección solar. Llévalo en el bolso/bolsillo y aplica a necesidad.
Paso 6: Protección solar
La protección solar es esencial incluso para las pieles normales. Aplica un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 en tu rostro y cualquier otra área expuesta al sol. Reaplica cada 2 horas si estás al aire libre durante períodos prolongados.